Peces
Se distinguen de los demás vertebrados porque son
los mejores adaptados a la vida acuática. Toda su
organización, tanto interna como externa,
responde a una forma y una disposición que les permiten
cumplir eficazmente su función en
el medio acuoso.
Esas adaptaciones son:
- Forma hidrodinámica, es decir, con el
cuerpo fusiforme y aplanado lateralmente, y la cabeza aguzada
sin cuello, características que le permiten deslizarse
por el agua con
la menor resistencia al
avance. - Ojos sin párpados (inútiles en
el agua), que
se ubican lateralmente, lo cual contribuye a una mejor
visibilidad. - Esqueleto interno (endoesqueleto) óseo
o cartilaginoso que sirve para la inserción de los
músculos que determinan la ondulación del cuerpo,
necesaria para la natación. - Cuatro miembros locomotores trasformados en aletas
pares que indican la dirección durante la
natación. - Aletas impares, en número variable
según la especie, que mantienen el equilibrio y
el movimiento
iniciado. - Poderosa cola provista de una aleta caudal que
determina la propulsión del cuerpo del animal hacia
delante y mantiene el equilibrio. - Cuerpo cubierto de escamas y revestido de una
capa viscosa de mucus que lo hace resbaladizo y le permite
deslizarse rápidamente en el agua, al mismo tiempo que
lo protege de parásitos. - Presencia de vejiga natatoria que, al contener
gases en su
interior, actúa como "órgano hidrostático"
y le permite al pez flotar a un nivel determinado
sin
ascender ni descender. Los tiburones y las rayas, que
carecen de este órgano, deben moverse permanentemente.
Además, en algunos peces
actúa como "órgano respiratorio" reservando
oxígeno (peces dipnoos).
- Presencia de líneas laterales,
exclusivas de vertebrados acuáticos, que según se
cree sirven para detectar cuerpos sólidos en el agua y
cambios de presión
o temperatura.
Cuando el pez se acerca a cualquier obstáculo, se
produce una especie de "eco" que hace que cambie de
rumbo.
Los peces, al igual que los anfibios y los reptiles, no
poseen un mecanismo regulador de la temperatura del cuerpo, y por
lo tanto, tienen la misma temperatura del medio
ambiente. Por eso se dice que son de temperatura variable
o poiquilotermos.
Estos animales se
hallan distribuidos en las aguas de todo el mundo, desde las
aguas cálidas de los trópicos con abundante
vegetación, hasta las frías aguas de
deshielo con pocos elementos nutritivos, excepto en aguas
contaminadas con algún elemento tóxico. La
diferencia entre el agua dulce y la salada constituye una barrera
para la mayoría de las especies, aunque algunas se han
adaptado a esa diferencia y se mueven sin dificultad entre ambas.
Casi siempre esa adaptación está relacionada con el
desove, como se observa en el comportamiento
migratorio de los salmones y las anguilas.
La mayoría de los peces son ovulíparos y
de fecundación externa. Los óvulos
expulsados por la hembra en el agua son fecundados por el esperma
del macho. Pero también existen peces ovíparos de
fecundación interna como las rayas, los tiburones y los
caballitos de mar.
Textos: Alfred Jarry, "Las costumbres de los
ahogados", Especulaciones, Obras Completas, Editions du
Livre, Monte-Carlo, 1945 (Traducción de Margarita
Martínez).
Vattuone, Lucy, "Vertebrados", en
Biología, pág. 213.
1. Propiedades de
los textos expositivos
1.1. Su posible definición
La explicación es un género, a
cuya estructura se
recurre, con la finalidad de clarificar lo confuso o exponer lo
novedoso; supone, asimismo, una comunicación, basada en un acuerdo
implícito entre el emisor, que es quien explica y el
receptor, que es quien recibe la aclaración. En virtud de
este pacto, se admite; en primer lugar, la autoridad del
primero, en base al mayor conocimiento
que se le atribuye, sobre un tema determinado y al manejo
apropiado de las estrategias para
transmitir ese conocimiento; en segundo lugar, la certeza del
asunto por explicar, dado que se explica algo que ya ha ocurrido
y no se lo discute. Varían, sin embargo, los roles de
explicador y receptor de la explicación; ello, de acuerdo
con el dominio que cada
uno tenga sobre el tema, sujeto a explicación.
1.2. Su función principal
La función principal del texto
expositivo es la de establecer una relación de
influencia entre locutor e interlocutor, en el el momento de la
enunciación. En él se presenta el tema de manera
que el interlocutor también sienta un interés
personal.
Además, revela el punto de vista interno del locutor con
relación a lo que él dice sobre el mundo y puede
testimoniar cómo el habla de un tercero se impone al
locutor, que se convierte en relator de lo que dice el otro. De
acuerdo con las propiedades del texto
expositivo, éste sirve igualmente para explicar cualquier
materia e
informar acerca de algo. De ahí que en ocasiones se le
denomine texto expositivo-explicativo.
1.3. Componentes
Se reconocen dos partes en el texto expositivo: una
parte que no se comprende y otra que hace comprensible la
primera. Entre ambas se establecen, a su vez, dos tipos de
relaciones: causal y de equivalencia.
La relación causal -a la que recurren, con mayor
frecuencia, los textos históricos- se reconoce a partir de
las preguntas ¿por qué? o
¿cómo?
La relación de equivalencia-a la que recurren,
frecuentemente, los textos de divulgación
científica- se establece mediante paráfrasis,
sustituciones por sinónimos, ejemplificaciones y
traducciones.
1.4. Su Estructura
Los textos explicativos tienen una estructura secuencial
comuesta por cuatro pasos:
- Reconocimiento de un saber previo, sujeto a
modificación, aclaración,
completamiento. - Inclusión de un problema por resolver,
articulado en torno a la
pregunta "por qué". - Resolución de ese problema, la respuesta a esa
pregunta, o sea, la explicación propiamente
dicha. - Conclusión (que puede faltar), que demuestra
la validez de la explicación.
1.5. Estrategias para escribir un texto
expositivo
1.5.1. Antes de escribir
- Seleccionar y precisar el tema, que se desea exponer,
por escrito. - Identificar el propósito específico del
texto y sus destinatarios. - Realizar una lluvia de ideas relacionadas con
éste. - Investigar acerca del tema en distintas fuentes
bibliográficas y seleccionar información relevante y significativa,
que se pueda utilizar luego en el texto a escribir. - Elaborar un esquema para especificar los distintos
ámbitos, que se abordarán, del tema
seleccionado. - Construir la estructura básica del
texto.
1.5.2. Durante la escritura
1.5.3. Estrategias explicativas
Las estrategías explicativas son los procedimientos
que se utilizan para facilitar la comprensión. Se trata de
la paráfrasis, la definición, el ejemplo y la
analogía.
- La paráfrasis consiste en decir lo mismo con
otras palabras. - La definición es un procedimiento
por el cual se relacionan dos segmentos equivalentes desde el
punto de vista del significado. - El ejemplo establece una relación entre un
concepto
general, por un lado, y un caso particular, por el otro. Es de
naturaleza
concreta, proviene de la experiencia y sirve para esclarecer el
objeto de explicación. - La analogía consiste en asimilar un objeto
problemático con un objeto familiar para el receptor.
Uno de los constituyentes de la analogía es la palabra
"como".
1.5.3. Después de redactar el
borrador
Después de redactar el borrador; antes de
preparar el escrito definitivo, es
aconsejable verificar en el texto:
- Si cumple con el propósito que se
planteó inicialmente. - Si se adecua al nivel del destinatario a quien se
dirige. - Si se lee en forma fluida.
- Si presenta una estructura clara y
coherente. - Si presenta un dominio del léxico preciso y
conciso. - Si la ortografía literal, acentual y puntual
están correctas.
1.6. Su objetivo
El objetivo de un
texto expositivo es informar hechos ocurridos o ideas a
través de la descripción o bien de la narración;
es decir, contar cómo ocurrieron las cosas.
1.7. Los conectores explicativos y los signos de
puntuación
Existen procedimientos, que permiten reforzar el
carácter explicativo de los textos. Algunos
de ellos son: "porque", "ya que", "debido a", "lo que pasa" /
sucede es que" y todos los que significan causa; "o sea", "es
decir", "esto es", "en otras palabras" y todos lo que establecen
paráfrasis; "por ejemplo", "como ser" y todos lo que
introducen un ejemplo. Los signos de
puntuación con función explicativa son: los dos
puntos, los paréntesis y las rayas.
2. CARACTERÍSTICAS
Concentrados en el análisis de los textos expositivos,
sometidos a estudio, advertimos que, en ambos, se utilizan los
mismos procedimientos y recursos, propios
del género; características comunes que, sin
embargo, no nos distraeran del objetivo de una
explicación; de manera que, a través de la
comparación, cuyo resultado se expondrá,
básicamente, en la respuesta al interrogante número
tres, concluiremos que, amén de que ambos textos compartan
su estructura formal, sólo el texto de Lucy Vattuone,
alcanza a colmar las exigencias del género.
Es así que, en ambos textos,
encontramos:
- En lo que respecta a los componentes de la
explicación, una pretendida relación de
equivalencia entre la primera y la segunda parte del texto;
aunque, como tuvimos ocasión de adelantar en la
respuesta a la pregunta número uno, la finalidad de esa
segunda parte es hacer comprensible a la primera, que no se
comprende, en el marco de un texto expositivo; lo que no se
logra en el texto de Alfred Jarry. Sin embargo, sí se
utilizan elementos propios de esa relación de
equivalencia, con la finalidad de hacerle alcanzar al texto, de
la mano de las formas, la jerarquía de texto
científico; aunque debajo de él no encontremos
más que una burla a ese formalismo riguroso, cuyo
acatamiento no es, en definitiva, la clave para alcanzar a
cubrir la función principal de una
explicación.
Así es que, tanto el texto de Jarry como el de
Vatruone, enlazan las partes del texto mediante una
relación de equivalencia; recurriendo, para ello, a:
paráfrasis;
sustituciones por sinónimos; ejemplificaciones
y traducciones; elementos que tendremos ocasión de
analizar, cuando abordemos las estrategias explicativas comunes
de ambos textos.
- En lo que respecta a la estructura de la
explicación, en ambos, la secuencia es similar. En
efecto, los textos denotan que su autor es poseedor de un
saber previo sobre el tema, que luego se desarrolla; en
este caso, se encuentra implícita una investigación sobre la vida de los peces.
Asimismo, en la estructura secuencial, el párrafo inicial propone un tema y culmina
insinuando un tema nuevo, en estricta relación con
aquél, que luego es retomado, para darle,
también, la categoría de tema. Así, en el
texto de Jarry leemos; en el párrafo cuarto: "Estamos en
condiciones de probar que hay un único punto en
común entre los ahogados y otros animales
acuáticos: desovan, como los peces…"; en el sexto
párrafo, en el que el tema "desove" se da como conocido,
para empezar con su desarrollo
directo (el párrafo cuarto ha servido para su introducción) leemos: "El ahogado
varón, en la estación del desove, la cual dura
casi todo el año, se pasea en el lugar del desove…".
Lo mismo sucede en el texto de Lucy Vattuone, en el que su
afirmación de que los peces tienen la misma temperatura
del medio ambiente, le
permite introducir el tema de las aguas en las que se hallan
distribuidos, lo cual retoma en párrafo aparte, para su
desarrollo.
Asimismo, siguiendo la estructura secuencial de los
textos, en ambos, se presenta un problema por resolver;
en un caso las costumbres de los ahogados; en el otro, de los
peces, específicamente.
En ambos se busca la resolución de ese
problema, lo que se logra mediante una respuesta
explicativa, aunque confusa en el texto de Jarry, como
tendremos ocasión de analizar.
Y, finalmente, se llega a una
conclusión, más o menos acabada; bastante
singular en el texto de Jarry: "Así es la
vida"
- En lo que respecta a las estrategias
explicativas, en ambos, se proyectan similarmente. Se
utilizan: - Paráfrasis:
En el texto de Jarry leemos: "…las víctimas
de la funesta pasión del acuatismo se abandonan a la
corriente del agua como habiendo perdido todo empuje" y "…no
revelan su actividad más que por movimientos de cabeza,
reverencias, zalemas…". De la comparación resulta, que
el autor está parafraseando, aunque no estrictamente,
pero lo transcripto en el primer entrecomillado, supone, de
alguna manera, lo que transcribimos en segundo
lugar.
En el texto de Vettuone leemos: "…no poseen un
mecanismo regulador de la temperatura del cuerpo; y por lo
tanto, tienen la misma temperatura del medio ambiente…" y
"Por eso se dicen que son de temperatura
variable…"
- Definiciones:
Tanto en el texto de Vettuone como el de Jarry,
encontramos innumerables definiciones, que estructuran el
desarrollo de cada párrafo.
- Ejemplos:
No se encuentra, en los textos, un particular
desarrollo de ete recurso; pero encontraremos una
utilización concentrada de comparaciones, lo que nos
acerca al objetivo del ejemplo. En el texto de Jarry, por
ejemplo, leemos: "…mientras que los peces…viajan
sólo remontando la corriente…las víctimas de la
funesta pasión del acuatismo se abandonan a la corriente
del agua…"; comparación que pretende aclarar la
característica que se le atribuye al
?ahogado?.
- Analogías:
En el texto de Jarry, por ejemplo, encontramos la
referencia a los ahogados como borrachos: "Estas demostraciones
no tienen a nuestro parecer, ningún alcance
sociológico; no hay mas que ver en ellas el hipo
inconsciente del borracho o el juego de un
animal"; asimismo, leemos: "…mientras que los peces…viajan
sólo remontando la corriente…las víctimas de la
funesta pasión del acuatismo se abandonan a la corriente
del agua…"; comparación que pretende aclarar la
característica que se le atribuye al
?ahogado?.
- Finalmente, en lo que respecta a los concectores
explicativos y los signos de puntuación, en ambos
textos encontramos: - Una uitlización concentrada de los dos
puntos, los paréntesis y las rayas, signos de
puntuación con función explicativa, por
excelencia. - La utilización de conectores explicativos
tales como "en efecto", "es decir", "porque", "por lo
tanto", etc.
- Una uitlización concentrada de los dos
Concluimos, finalmente, que en ambos textos se cumplen
las formalidades y
estructuras, que caracterizan al texto expositivo;
dejaremos para la siguiente respuesta, el desarrolllo de una
advertencia: el cumplimiento acabado de la forma no le otorga a
un el carácter de explicativo.
3. ANÁLISIS
PRÁCTICO
Tuvimos oportunidad de improvisar una posible
definición del texto expositivo; dijimos que una
explicación tiene por finalidad clarificar lo confuso o lo
nuevo; que existe un acuerdo implícito, en virtud del cual
el receptor de la misma, le atribuye a su emisor cierta
autoridad, basada en el mayor conocimiento sobre el asunto de
interés. En el texto de Jarry, sin embargo, este objetivo
no se cumple; se trata de una parodia del género, a
através de la cual se pretende demostrar que puede
colmarse la estructura de una explicación, sin lograr
explicar el tema; más aún, desarrollando un tema,
de por sí confuso, que hace del texto una nebulosa de
confusiones.
En efecto, Jarry, nos advierte, implícitamente,
que el cumplimiento de las formas de un texto científico,
no lo hacen científico. Partiendo de la creación de
una especie acuática, el ahogado, Jarry construye un
intento de texto explicativo, que no colma su objetivo;
básicamente, porque parte de algo incierto, un absurdo que
rompe, por ello, el pacto que existe entre emisor y receptor.
Difícilmente pueda atribuírsele una autoridad al
emisor de este texto, cuando se advierte que el tema desarrolado
parte de la invención de una especie acuática que
no existe; a partir de lo cual, reconocemos una intención
estética, cuya marca debe ser
ajena al género bajo análisis. De ahí que
prolifere la utilización de adjetivos que porten una
subjetividad muy marcada; lo que no ocurre en los textos
históricos y científicos, donde los adjetivos
utilizados hacen a la precisión de los conceptos
explicados; se cuida, particularmente, de no dejar marcas que
muestren, de alguna manera, a su autor; ello, por la
pretensión de objetividad, de la que se parte; aunque,
indefectiblemente, quede la marca de su autor, más sutil
que en los textos con pretensiones estéticas.
El texto de Jarry no sólo no explica, sino que no
nos conmueve a confiar en su intento de exposición, porque no creemos, desde el
vamos, que lo que expresa tenga el carácter de
verdad.
4.
TEXTO EXPOSITIVO A PARTIR DE CIERTOS DATOS
HISTÓRICOS.
El descubrimiento del Río de la
Plata
El descubrimiento del Río de la Plata, no
partió de un objetivo planificado; en efecto, fue desde
1504, tras la muerte de
la reina Isabel, que los españoles, bajo la autoridad
del rey Fernando el Católico, se empeñaron en
descubrir un estrecho, en América, que comunicara con el mar de
China y de
la India, a
donde había intentado llegar Cristóbal
Colón en 1492; es decir, la búsqueda inicial
estaba centrada en un paso que ligara el océano
Atlántico con el Pacífico; el descubrimiento del
denominado, actualmente, Estrecho de Magallanes.
Fue con ese objetivo que en 1505, el rey
convocó a una junta, que no tuvo su proyección
práctica, con motivo del cese de su autoridad, respecto
a la Regencia de Castilla. En efecto, su corona pasó a
su hija doña Juana; fue su esposo, don Felipe el
Hermoso, quien, enterado del proyecto
pendiente, tuvo intenciones de concretarlo. Sin embargo, su
fallecimiento imprevisto, determinó que su suegro,
Fernando el Católico, volviera a ocupar aquél rol
de autoridad, ante la incapacidad técnica de su hija. Es
así que, en marzo de 1508, retoma el proyecto y convoca
a una junta en Burgos a la que asistieron, entre otros, Vicente
Yañez Pinzón y Juan Díaz de Solís,
los cuales se encontraban al servicio de
la Corona de Castilla.
En aquella junta se decidió el envío de
una expedición al norte de Veragua (descubierta por
Colón en su cuarto viaje), a los fines de buscar aquel
mar abierto que sirviera de comunicación entre los
océanos.
El viaje se ecomendó a un doble mando; el de
Díaz de Solís en el mar y el de Yañez
Pinzón en la tierra.
Fue así que partieron de España
el 29 de junio de 1508, para regresar en agosto de 1509, sin
cumplir el objetivo planeado.
En 1512, Juan Diaz de Solis es nombrado piloto mayor
por el rey católico; nombramiento que tuvo su origen, en
las intenciones de encomendarle, al reconocido marino, la
realización de otro viaje de descubrimiento para hallar
el paso intraoceánico. Sin embargo, la expedición
se frustró antes de su comienzo; cuando el rey de
Portugal toma conocimiento del proyecto y evacúa sus
protestas, airadamente; todo lo cual conmovió a los
españoles a su suspensión
momentánea.
En 1513, el descubrimiento de la Mar del Sur en
Panamá
por Vasco Nuñez, reactivó la ansiedad
española. De manera que, el 24 de noviembre de 1514, el
rey católico capituló, con Díaz de
Solís, un nuevo viaje de descubrimiento; esta vez,
incrementando las medidas para que la operación fuera
secreta y evitar, de esta forma, reclamos
portugueses.
La expedición salió de San Lúcar
el 8 de octubre de 1515; se dirigió a Tenerife y de
allí a la costa brasileña; descendió luego
por la costa hasta el Cabo de la Cananea y siguió hasta
una isla que Solís llamó "De la Plata" (Santa
Catalina) y luego la bahía de los perdidos, desde donde
fue costeando y entrando en todos los surgideros y
bahías hasta llegar a la isla de San Sebastián
(junto a la de los Lobos). Descubrió, seguidamente, el
Mar Dulce (lo bautizó así, porque el caudal del
río era tal que hallaron agua dulce dentro del mar) o
estuario del Río de la Plata.
Era el mes de febrero de 1516 y estaban en la
desembocadura del río Paraná-Guazú, que se
llamó desde entonces el río de Solís,
hasta que veinte años más tarde fue rebautizado
como Río de la Plata, por creerse que desde el mismo
podía accederse a la Sierra de la Plata o el
Perú.
Solís recorrió el estuario y
desembarcó en el puerto de Nuestra Señora de la
Candelaria donde tomó posesión en nombre del rey.
Luego pasó a la isla de Martín García, en
la que bajaron algunos tripulantes, entre los que se encontraba
Solís. Los indios querandíes, habitantes del
lugar, cayeron sobre ellos y le dieron muerte. Ante
los acontecimiento ocurridos, el resto de los expedicionarios,
dicidieron zarpar de inmediato, para emprender el viaje de
regreso a España.
Sin embargo, tras aprovisionarse de carne de lobos
marinos en la isla de los Lobos, retornaron a la costa
brasileña. En la laguna de los Patos, frente la isla de
Santa Catalina, una de las embarcaciones naufragó;
quedaron en tierra otros
dieciocho náufragos, que se dividieron en varios
grupos.
Siete se dirigieron al norte, y cayeron en manos de los
portugueses, que los condujeron a Lisboa. Seis quedaron en el
puerto de los Patos y en sus inmediaciones, donde murieron
varios de ellos. Otro de ellos, llamado Alejo García
escuchó los relatos indígenas sobre la Sierra de
la Plata y un Rey Blanco (el Perú) y partió en su
busca con varios cientos de indios y algunos compatriotas
(llegó efectivamente hasta los contrafuertes de la
cordillera andina y recogió un botín de plata,
pero fue asesinado al regresar).
En cuanto a las naves restantes de la
expedición de Solís, regresaron a España y
atracaron en Sevilla el 4 de septiembre de 1516. Quedó
así frustrado el descubrimiento del Estrecho, pero se
halló el Río de la Plata, que serviría
como punto de partida para encontrarlo. También quedaron
en tierra muchos náufragos españoles, que
jugarían un papel decisivo en las futuras
expediciones.
El texto expositivo que antecede fue la
concreción desarrollada de una planificación previa, acerca del
acontecimiento histórico implicado en los datos aportados
por la consigna. En efecto, ello nos conmovió a recurrir a
la mencionada relación causal, que liga a una primera
parte del texto, en la que asevera el descubrimiento del
Río de la Plata por Juan Díaz de Solís; con
la segunda de sus partes, en la que se procura explicar
cómo fue descubierto.
Se efectuó una investigación acerca del
hecho histórico, que nos propusimos explicar; surgieron
ideas y datos complementarios a los ya aportados; los que
ligamos, a través de los conectores y signos de
puntuación adecuados y practicamos, asimismo, las
estrategias de los textos explicativos.
Lógicamente, la competencia
cultural limitada del emisor, respecto al hecho histórico,
lo lleva, necesariamente, a la investigación; sin embargo
aún así, producido el texto, el límite de la
competenciacultural permanece por lo que el resultado es una
explicación, dirigida a un público adolescente, que
recién se inicia en el conocimiento de la historia. Publicado el texto
en un manual, destinado
a alumnos del polimodal o ciclo secundario, se hará valer
el acuerdo implícito existente entre emisor y receptor,
propio del texto expositivo; el lector encontrará una
explicación y confiará en que su emisor tiene un
saber sobre el asunto que se ha explayado en la escritura. El
texto habrá logrado su objetivo: clarificar lo confuso o
lo nuevo, mediante una exposición, cuyo tema y desarrollo,
es creíble.
Bibliografía
Alfred Jarry, "Las costumbres de los ahogados",
Especulaciones, Obras Completas, Editions du Livre,
Monte-Carlo, 1945 (Traducción de Margarita
Martínez)..
La explicación, en El texto
espositivo-explicativo. El artículo de
divulgación, Capítulo 2, págs. 21 a 23,
Puerto de Palos S.A.
Vattuone, Lucy, "Vertebrados", en
Biología, pág. 213.
www.codelco.cl/educa/divisiones/norte/estudio/escribir_expositivo.html
www.odonnell-historia.com.ar/anecdotario/EL%20REY%20BLANCO%20parte%20I.htm,
"El ancho río de la muerte".
www.todo-argentina.net/Literatura_argentina/Biografias_de_literatura/juan_diaz_de_solis.htm
Por
Gisela Vanesa Mancuso
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